Los investigadores chinos han sido muy optimistas sobre su avance, y las empresas Sinovac Biotech y Sinopharm inclusive exhibieron durante este mes sus “candidatos” a vacunas en una feria comercial en Pekín.
Representantes de las firmas señalaron que esperan que sus vacunas sean aprobadas tras los ensayos de la fase 3, hacia a fines del año.
El lunes el principal experto en bioseguridad del Centro chino para el control de enfermedades indicó a la cadena oficial CCTV que estaría disponible una vacuna para el público en general “alrededor de noviembre o diciembre”.
Wu Guizhen no aclaró a qué vacuna se refería en concreto, pero sí que “de acuerdo a los resultados clínicos de la fase 3, su actual progreso es muy rápido”.
El funcionario añadió que él mismo se había vacunado en abril y que se ha sentido bien durante los últimos meses, sin especificar que vacuna había experimentado.
Actualmente, hay nueve vacunas candidatas que están siendo probadas en humanos en etapas adelantadas, aunque recientemente algunos han encontrado obstáculos: el gigante farmacéutico AstraZeneca y la universidad de Oxford detuvieron circunstancialmente los ensayos clínicos la semana pasada, después de que un voluntario desarrollase un efecto secundario inexplicable.
Algunas de las vacunas candidatas chinas han sido ofrecidas a trabajadores esenciales en el marco de un programa de utilización de emergencia.
Un portavoz de la empresa Sinovac indicó este mes a la AFP que “decenas de miles” de personas ya se habían vacunado voluntariamente, incluido el 90% de sus empleados y familiares, entre 2.000 y 3.000 personas.
En junio, el ejército chino aprobó una vacuna para el uso de sus efectivos, que fue desarrollada por su unidad de investigaciones y una empresa dedicada a la biotecnología.